El cannabis
Marihuana y Hachís
El cannabis es una droga ilegal alucinógena que distorsiona la percepción de la realidad y que se consume en un cigarrillo liado con tabaco (porro). Las razones que llevan a una persona a consumir estas sustancias son la sensación de desinhibición, la percepción del mundo de una manera diferente, la integración a un grupo y la falsa creencia de que no es perjudicial para la salud.
El consumo de estas sustancias se inicia entre los 13 y los 15 años, aunque el mayor abuso se da entre los 15 y los 24 años.
Los síntomas de una persona que ha consumido cannabis son:
- Ojos enrojecidos.
- Olor característico.
- Pequeños quemazos en la ropa.
- Aumento del apetito.
- Torpeza. Reacción y coordinación lenta.
- Dificultad para razonar, aprender y recordar.
- Estado de atontamiento sin razón, relajamiento o euforia (alegría, risas...).
- Irritabilidad, nerviosismo, mal humor e insomnio cuando no puede conseguirla y consumirla.
- Dificultad para concentrarse.
- Apatía, desinterés, abandono de estudios o el trabajo.
- Dedicar mucho tiempo a conseguirla y consumirla.
- Aislamiento social y psicológico.
Está la falsa creencia de que la marihuana no es dañina, sin embargo, su componente THC es altamente nocivo y su abuso o adicción tiene consecuencias negativas a todos los niveles, personales, familiares, sociales (accidentes domésticos y de tráfico, absentismo o bajo rendimiento escolar o laboral, embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual...), y sobre la salud, que se añaden a los que provoca la nicotina con la que se mezcla (supresión del sistema inmunológico, esterilidad temporal, cáncer de pulmón, o desarrollo de otras enfermedades mentales además de la adicción como la esquizofrenia o el trastorno bipolar).
Además, al igual que el alcohol, el hachís y la marihuana suele ser otra puerta de entrada que aumenta la probabilidad de consumir otras drogas o desarrollar otras conductas adictivas.